DURBAN.- El mundo no puede esperar más la llegada de nuevas pruebas que muestren la gravedad del calentamiento global del planeta para reaccionar, alertó Rajendra Pachauri, presidente del Grupo de Expertos Sobre la Evolución del Clima (GIEC), en la cumbre de la ONU contra el cambio climático.
Casi todos los países del planeta están reunidos en Sudáfrica para encontrar un acuerdo que limite el calentamiento de la tierra a dos grados centígrados. Algunos negociadores sugirieron esperar al próximo informe del GIEC, en 2014, antes de adoptar fuertes decisiones en la lucha global, para saber con más exactitud cuánto resistiría el planeta.
En cambio, a criterio de Pachauri, el último documento del GIEC (de 2007), "trae suficientes elementos en los que apoyarse para actuar". "Si el mundo acepta esta realidad científica, entonces la comunidad internacional debe reaccionar", añadió.
El GIEC consideró que la evidencia del calentamiento climático es inequívoca, con más del 90% de probabilidad de que los seres humanos sean los causantes. De ahí la necesidad de aplicar medidas que frenen las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores como la energía, la industria y la deforestación; caso contrario, se intensificará la frecuencia e intensidad de los eventos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías u olas de calor.
Expectativas
Expertos consideraron que el éxito o el fracaso de la cumbre depende en forma creciente de China, que es el mayor emisor mundial de C02 por año. La meta de Pekín es que en el futuro las emisiones de gases sean menores al crecimiento económico, y disminuyan en hasta el 45% en 2020, tomando 2005 como año de referencia.
La conferencia se cerrará hoy, y se aguarda un final colmado de tensiones entre los países ricos y pobres. Hasta ahora, sólo se acordó un financiamiento multimillonario (U$S 100.000 millones anuales a partir de 2020) para las zonas afectadas por el cambio climático. A partir de ese año, regiría un nuevo pacto mundial vinculante, en reemplazo del agonizante Protocolo de Kioto, que vence en 2012.
Estados Unidos negó que estuviera intentando demorar un nuevo acuerdo ambiental; por el contrario, su enviado a Durban, Todd Stern, anunció que apoyaba una ambiciosa propuesta de la Unión Europea (UE), pero sin extender Kioto. EEUU y la UE ocupan el segundo y el tercer lugar entre los más contaminantes del mundo. (AFP-DPA-Reuters)
Casi todos los países del planeta están reunidos en Sudáfrica para encontrar un acuerdo que limite el calentamiento de la tierra a dos grados centígrados. Algunos negociadores sugirieron esperar al próximo informe del GIEC, en 2014, antes de adoptar fuertes decisiones en la lucha global, para saber con más exactitud cuánto resistiría el planeta.
En cambio, a criterio de Pachauri, el último documento del GIEC (de 2007), "trae suficientes elementos en los que apoyarse para actuar". "Si el mundo acepta esta realidad científica, entonces la comunidad internacional debe reaccionar", añadió.
El GIEC consideró que la evidencia del calentamiento climático es inequívoca, con más del 90% de probabilidad de que los seres humanos sean los causantes. De ahí la necesidad de aplicar medidas que frenen las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores como la energía, la industria y la deforestación; caso contrario, se intensificará la frecuencia e intensidad de los eventos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías u olas de calor.
Expectativas
Expertos consideraron que el éxito o el fracaso de la cumbre depende en forma creciente de China, que es el mayor emisor mundial de C02 por año. La meta de Pekín es que en el futuro las emisiones de gases sean menores al crecimiento económico, y disminuyan en hasta el 45% en 2020, tomando 2005 como año de referencia.
La conferencia se cerrará hoy, y se aguarda un final colmado de tensiones entre los países ricos y pobres. Hasta ahora, sólo se acordó un financiamiento multimillonario (U$S 100.000 millones anuales a partir de 2020) para las zonas afectadas por el cambio climático. A partir de ese año, regiría un nuevo pacto mundial vinculante, en reemplazo del agonizante Protocolo de Kioto, que vence en 2012.
Estados Unidos negó que estuviera intentando demorar un nuevo acuerdo ambiental; por el contrario, su enviado a Durban, Todd Stern, anunció que apoyaba una ambiciosa propuesta de la Unión Europea (UE), pero sin extender Kioto. EEUU y la UE ocupan el segundo y el tercer lugar entre los más contaminantes del mundo. (AFP-DPA-Reuters)